FELIZ NAVIDAD 2012
“Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza” (2 Cor 8, 9). Y la Madre, pura e inmaculada, por no molestar a los parientes con su inexistente impureza, llegada la hora del parto, prefirió retirarse a la cuadra “y dió a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre” (Lc 2, 7). Y siendo pura, en ningún momento, sin embargo, dejó de atenerse a la ley; por eso cumplió con el rito de la purificación y con el de la presentación de su hijo al Señor: “Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: ‘Todo varón primogénito será consagrado al Señor’, y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: ‘un par de tórtolas o dos pichones'” (Lc 2, 22-24). Desde los brazos de Nuestra Señora de la Presentación, el Niño vino a cumplir la ley. Él mismo lo dirá más tarde por boca de Mateo: “No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud” (Mt 5, 17). Y su último testimonio, colgado del madero, antes de entregar su espíritu al Padre, será precisamente ese: “Está cumplido” (Jn 19, 30).
A todos cuantos os acerquéis a leer esta salutación, la Hermandad Universitaria os desea la inmensa alegría de estar en el cumplimiento de la ley del Señor y la gracia de ser conscientes de su eterno Amor. Que el Señor, hoy Niño, de la Universidad y la Madre de la Presentación os concedan los dones que creáis necesario pedirle al Padre. Feliz Navidad 2012. Laus Deo. Hosanna in excelsis.