FIESTA DE REGLA DEL SANTO CRISTO DE LA UNIVERSIDAD 2013
Presidida por el Ilmo. Sr. D. Fernando Cruz-Conde y Suárez de Tangil, Arcediano del Cabildo de la S.I.C. y Rector del Juramento de San Rafael, tuvo lugar en nuestra sede canónica la Solemne Eucaristía de Regla, celebrada el Jueves de Corpus, 30 de mayo de 2013, que este año coincide con la festividad de San Fernando. Se dispuso el Santo Cristo a los pies de las gradas del altar mayor, con el acostumbrado dosel negro, alumbrado por veinte faroles y con el austero centro de flor de limonium. El servicio del altar estuvo atendido por acólito, lector, cruz y dos ciriales, más el fiscal para las procesiones de entrada y salida. La música, a cargo de Clemente Mata, organista de la S.I.C. y la soprano Concepción Muñoz.
La mesa de oficiales estuvo presidida por el Hermano Mayor, Miguel Rodríguez-Pantoja Márquez, acompañado por el Presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, Francisco Gómez Sanmiguel, y su Adjunto de Presidencia, Francisco Pérez Jiménez. Asistió igualmente la Ilustre Hermandad de San Rafael, representada por su Secretaria, Cristina Ranz, y la Delegación en Córdoba del Apostolado Mundial de Fátima, representada por el Delegado Manuel Jesús Flores López, ambas instituciones residentes en la iglesia del Juramento.
Destacó el celebrante en la homilía el significado de la solemnidad del Corpus, con la que la Iglesia cierra las memoraciones del Cuerpo de Cristo que comienzan el Jueves Santo en el Triduo Pascual. Cristo permanece vivo en el sacrificio incruento de la Eucaristía, en el que muere y resucita a la vez. La liturgia nos recuerda que así lo prefiguró Melquisedec y lo transmitió por tradición San Pablo. Lo que no ven nuestros ojos podemos imaginarlo ante la efigie del Santo Cristo de la Universidad en el que se unen la figura de la muerte y la resurrección, mediante la representación fiel de la impronta de la Sábana Santa de Turín.
Terminada la homilía se procedió a la pública Protestación de fe. En el transcurso de la misma comenzó a pasar la procesión del Corpus de la Parroquia de San Lorenzo, que organiza con gran solemnidad la Hermandad del Remedio de Ánimas. Concluida la protestación, se abrieron las puertas del templo y los asistentes a la Eucaristía se volvieron para adorar al Santísimo, que hizo estación ante la puerta.