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REGRESO IMPECABLE

Tras el éxito indudable de la exposición “Por tu cruz redimiste al mundo”, también llamada “Magna Nazarena” por el planteamiento iconográfico de su origen, las Hermandades han ido recuperando a sus Titulares, cada una como lo ha entendido más conveniente. La Hermandad Universitaria aprobó, y así se concedió, hacer el regreso en procesión, a la misma hora que el Martes Santo, es decir, saliendo a las 21:00 de la Catedral y llegando al Juramento hacia las doce, porque se solicitó salir a la Ribera y pasar por la Magdalena, cosa que rechazó el Ayuntamiento, por razones operativas. Recompuesto el itinerario el 19 de septiembre, se optó por fijar la salida a las 21:00, como estaba previsto, y recortar la entrada a las 23:30 del domingo 22 de septiembre.

La jornada se presentó con estabilidad atmosférica y temperatura agradable. Se citó a los hermanos a las 20:00, para revestirse y recoger los enseres en el almacén provisional de la puerta de Santa Catalina. Seguidamente pasaron al interior del templo, mientras que los costaleros lo hacían por la puerta de San Miguel. El Diputado Mayor de Gobierno, NH Daniel Luque Ramírez, procedió a formar la procesión que plantó la cruz de guía en la puerta de las Palmas a las 20:50, como estaba indicado. Numeroso público esperaba pacientemente a la Hermandad Universitaria, que era la última en salir, en el Patio de los Naranjos.

El cortejo anduvo compacto en todo momento, con una estampa bellísima en la noche calma de Córdoba. Hermanos y costaleros se movieron siempre al golpe del martillo del capataz, gracias a la reducida longitud del cortejo y al silencio que acompañó a la procesión, ligeramente roto sólo en tres puntos, a causa de la aglomeración humana, de la música hermana y del paso de una ambulancia.

La cruz de guía arrancaba al tercer golpe de martillo, lo que daba el margen preciso para que presidencia, acólitos y costaleros echaran a andar a la voz de “venga de frente”. Pocas veces se recuerda en la corta vida de nuestra Hermandad un discurrir tan perfectamente acompasado. Daban las nueve en el reloj de la Catedral cuando la cruz salía por Santa Catalina. Siguió el cortejo por Magistral González Francés y girando hacia Cardenal González, emprendió inversamente el mismo recorrido que la Hermandad trae el Martes Santo en su marcha hacia la carrera oficial. Horas hermosas en que solamente se escuchaba el rachear de los costaleros marcando el ritmo de toda la procesión.

En esta histórica ocasión ha sido la primera vez que el Santo Cristo ha hecho procesión sin la compañía de Nuestra Señora de la Presentación. Cuando el reloj de San Lorenzo marcaba las 23:30 se oyó el crujido de las puertas del Juramento, que se cerraban tras el paso. Formaron los hermanos una vía de luz para que el Señor pasara hasta su lugar y, mientras el capataz ordenaba la última maniobra, el Hermano Mayor dirigió el rezo del Padrenuestro, en agradecimiento a Nuestro Señor, que había deparado tan extraordinaria experiencia, y la Salve en honor a Nuestra Señora de la Presentación, que durante una semana había presidido la capilla, con la compañía de nuestro santo patrón y titular, Tomás de Aquino. Al día siguiente, lunes 23 de septiembre, el Santo Cristo de la Universidad quedó de nuevo entronizado en su altar. Laus Deo.

POR TU CRUZ REDIMISTE AL MUNDO

El pasado domingo 15 de septiembre abrió las puertas la exposición “Por tu cruz redimiste al mundo”, instalada en las naves de la Catedral de Córdoba. Reúne una muestra de cuarenta y tres pasos de Semana Santa de toda la diócesis. Está organizada en tres secciones temáticas, la primera dedicada a ilustrar la Pasión de Nuestro Señor, la segunda, que es la medular, a Jesús Nazareno camino del Calvario y la tercera, constituida por el propio patrimonio de la Catedral con tema pasionista.

La sección de Jesús Nazareno concita la mayor expectación, puesto que se trata de una devoción muy arraigada en los pueblos de la provincia. Como la gran exposición consiste en un muestrario de la piedad popular, no se ha buscado una selección esteticista, sino la participación del mayor número de devociones. En esto reside, sin duda, su mayor éxito, en dar cabida en el templo madre de la diócesis al signo emblemático de la devoción pasionista de cada lugar, al margen de su expresión estética o cultural, pues hay allí pasos grandes y pequeños, en andas, a costal o con ruedas. Al igual que las imágenes, entre las que cuentan lo mismo modestas obras anónimas, que las ligadas a los nombres de Pablo de Rojas, Juan de Mesa, Alonso de Mena o Amadeo Ruiz Olmos. Todos tienen un mismo significado en la fe.

La sección de la Pasión está dividida en dos partes, los grandes misterios y los crucificados. A la entrada, el visitante puede elegir entre la magnificencia de los pasos de misterio y la sobriedad de los crucificados que están frente a ellos. El Santo Cristo de la Universidad quedó colocado en las naves de Abderramán, entre el Santísimo Cristo de la Piedad, de Las Palmeras, y el Santísimo Cristo de la Clemencia, de la Hermandad de los Dolores, expresiones de antiguas y nuevas devociones de Córdoba, del centro y de sus barriadas.

Más difusa se encuentra la tercera sección, formada por obras maestras del patrimonio catedralicio, como el Cristo del Punto, el de la capilla de Ánimas o el del Tesoro, que escapan en buena parte al interés de la mayoría, quizá porque siempre han estado y van a seguir estando en la Catedral. En todo caso esta exposición es, como se ha dicho repetidamente, un momento histórico y único hasta ahora, porque se hallan en nuestra Catedral imágenes que, precisamente por su arraigo devocional, jamás habían faltado de su localidad. El señor Obispo puede estar satisfecho por la idea que el Señor le inspiró, pues, a pesar de las grandes dificultades de todo tipo y de la fecha elegida, incluida la angustia meteorológica, ha congregado solemnemente en su Catedral lo más granado de la devoción popular de la grey que pastorea.

FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ 2019

En este día, 14 de septiembre, celebra cada año la Hermandad Universitaria la inauguración del curso. Este año tenía un sentido muy especial por dos circunstancias: la primera, por caer en sábado, lo que obligaba a celebrarla por la mañana para mantener la fiesta litúrgica, ya que la tarde corresponde a la víspera dominical; la segunda, porque se hace, por primera vez, ante el paso preparado del Santo Cristo de la Universidad, que por la tarde iría en procesión a la Catedral.

Presidió la Santa Misa nuestro consiliario Ilmo. Sr. D. Fernando Cruz-Conde, asistido por N. H. José Cabrera como acólito. Emilio Arroyo interpretó al órgano Pilat varias piezas de Marco Frisina, entre ellas Chi si separerà, Anima Christi y Vidi la Nuova Gerusalemme. Asistió la Junta de Gobierno, encabezada por el Hermano Mayor, Alberto Villar Movellán, así como el catedrático D. Luis López Bellido, presidente del Foro Universitario Synthesis, y señora. La iglesia se vio prácticamente llena, gracias al número de hermanos, feligreses y visitantes de los pasos, que se quedaron a la celebración.

Don Fernando explicó los textos refiriendo el sentido de la serpiente de bronce como prefiguración del Crucificado, tan bien representado por el Santo Cristo de la Universidad. El propio Jesús se lo manifiesta a Nicodemo, sanedrita ilustre que va a visitarlo de noche por temor al qué dirán; y, sin embargo, Cristo lo recibe y le predice que tiene que ser elevado, como la serpiente, para que todo el que le mire se salve. Nicodemo defenderá a Jesús en el proceso y perderá el reparo cuando lo vea elevado en el madero. Entonces traerá gran cantidad de mirra y áloe, para que Cristo sea amortajado como un rey. Terminada la Eucaristía, el Hermano Mayor dio entrada en la Hermandad a los becarios Rafael Palacios y Elena Camacho.

Durante toda la mañana circuló gran número de personas que venían a visitar al Señor. Entre ellas se acercaron el director del Museo de la Pasión de Cabra, D. Salvador Guzmán Moral, acompañado de su hijo, y el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, D. Francisco Vélez de Luna, acompañado por su vicepresidente, el profesor D. José Roda Peña, y otros miembros de la Junta, que fueron recibidos por el Hermano Mayor.

La jornada se presentó angustiosamente lluviosa. A las 13:30 la Agrupación convocó una suerte de Cabildo de Aguas en la sala capitular de la Catedral, para explicar el modo de actuar ante la inestable situación atmosférica. A las 16:30 se reunió la Junta de Gobierno de la Hermandad, para decidir sobre la procedencia de salir y, una vez consultados los partes climáticos más fiables, presentados por N. H. Rafael Garzón, se formó la procesión y se abrieron las puertas puntualmente, a las 17:00 h. Previamente se habían aparejado las insignias en la capilla de nuestros Titulares, que quedó presidida por Nuestra Señora de la Presentación y Santo Tomás de Aquino en el lugar del Santo Cristo.

 El sol lucía con potencia veraniega, a pesar de lo cual la procesión discurrió perfectamente compacta en todo momento. Los hermanos vestían traje oscuro y portaban hachetas. Abrían la procesión los acólitos con la cruz de guía con faldilla negra y los dos faroles, precedidos por dos estudiantes antiguos con viáticos y el fiscal de cruz. Tras las hachetas, bandera de peregrinación, con dos varas, y presidencia, Hermano Mayor y dos varas y D. Fernando Cruz-Conde con sotana y vara plateada. Cerraba la procesión el Santo Cristo de la Universidad sobre el calvario, con guardia de dos niñas estudiantes, llevado por el capataz, N. H. Enrique Garrido y su cuerpo de capataces y costaleros, auxiliados por enciendevelas y aguador.

El paso se adornó con el habitual laurel, signo de la victoria sobre la muerte, matizado de ramilletes de estatice morado o siempreviva, signo de eternidad, y en las esquinas, por vez primera, ramilletes de brezo púrpura, que significan admiración, belleza y soledad, valores todos que adornan a nuestro Crucificado. Discurrió el cortejo por lugares familiares de los primeros años de la hermandad, cuando hacía estación en Santa Victoria y en las primeras entradas en la Catedral, calles de la Judería, que fue el lugar de nuestra fundación. El capataz hizo arriar el paso en puntos cargados de recuerdos, como el convento de las Madres Mercedarias de la calle Blanco Belmonte, o el cruce de Deanes con Romero, que marca el camino a la cercana iglesia de San Pedro de Alcántara, sede fundacional, y a la Facultad de Filosofía y Letras, alma mater de la segunda etapa de nuestra corta historia.

Entró el Señor en carrera a la hora prevista, tras el Cristo de la Clemencia, y se hizo el silencio para permitir que la voz de Fermín Pérez recitara con enorme profundidad el soneto A Cristo Crucificado: “No me mueve, mi Dios, para quererte…” Avanzó por la calle Torrijos, hasta llegar a la Puerta del Perdón, donde hizo entrada en la Catedral y luego, atravesando el Patio de los Naranjos, ingresó en las naves por la puerta llamada de las Cofradías. La cuadrilla depositó el paso en su lugar, de acuerdo con las indicaciones de la organización, y los hermanos se despidieron hasta la procesión de vuelta del próximo domingo 22 de septiembre. Laus Deo.

ENSAYOS DE PENITENCIA

La Junta de Gobierno de la Hermandad Universitaria, reunida en sesión extraordinaria el 29 de octubre de 1918, decidió aceptar la invitación de la Autoridad eclesiástica a participar en una exposición en la Catedral de pasos de Semana Santa. En principio sería una exposición de Nazarenos de toda la diócesis bajo la denominación “Toma tu cruz y sígueme”, pero la escasa respuesta inicial aconsejó abrirla a todos los temas pasionistas de la ciudad y de la diócesis de Córdoba, cambiando el nombre a “Por tu cruz redimiste al mundo”.

La forma de traslado de los pasos a la Catedral ofrecía tres modalidades: en transporte privado, tanto la imagen como el paso; en vía crucis la imagen y en camión el paso; y en procesión de traslado, que daría lugar a una carrera oficial. La Hermandad optó por esta tercera opción, lo que requería la necesidad de contar con los costaleros. El capataz del Señor, N. H. Enrique Garrido, se prestó con entusiasmo a participar de esta experiencia y convocó a su grupo de faeneros para los correspondientes ensayos.

Se tuvo la igualá el 1 de septiembre y se celebraron los ensayos los martes 3 y 10 del mismo mes, de 23:00 a 01:00. Se reunieron los costaleros y capataces, antes que nada, en la capilla de nuestros Titulares, para encomendar la faena. El Hermano Mayor, Alberto Villar Movellán, les agradeció la disponibilidad para el servicio, que se preveía duro, dada la época del año. El capataz animó a la cuadrilla y, una vez rezadas las preces, se echaron a la calle.

Las imágenes hablan por sí mismas y revelan lo insólito de la experiencia. Hay que tener en cuenta que la cuadrilla, por ser de penitencia, está acostumbrada a ensayar en los meses de enero o febrero, mientras que la primera noche de ensayo estaba la temperatura por encima de los 30º c. El paso acompasaba su son característico, mientras los ciudadanos salían del cine de verano. La circulación era numerosa a esas horas, a causa del ambiente veraniego, y obligaba con frecuencia a la trabajosa maniobra de arrimar el paso a un lado para permitir que los vehículos siguieran el suyo. Nunca se ponderará bastante el esfuerzo oculto que hay tras la estática presencia en la Catedral de unas sentidas imágenes que, sin duda, admirarán en nuestro templo madre miles de visitantes, los cuales, en muchos casos, ignorarán el factor humano que hace posible el congreso de tanta belleza.

En nuestro caso, esta Hermandad no puede menos que agradecer a Enrique Garrido y sus faeneros el cariño que profesan a la sagrada imagen del Santo Cristo de la Universidad, porque, en el fondo, aparte otras circunstancias anecdóticas, sólo el amor puede explicar esta donación de tiempo y fuerzas por parte de estos hombres, que tienen trabajo y familias que atender, pero que son capaces de dejarlo todo para convertirse en los pies del Señor. Una faena que el Amor de Dios sabrá corresponder con creces. Que así sea.

VISITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA FUENSANTA

Con motivo de celebrarse el vigésimo quinto aniversario de la coronación canónica de Nuestra Señora de la Fuensanta, la venerada imagen ha realizado en la primera semana de septiembre, previa a su fiesta, una peregrinación por distintos templos de la ciudad. Nuestra Señora de la Fuensanta es Compatrona de la ciudad de Córdoba y Patrona de las Hermandades y Cofradías de Córdoba. Traslada en andas por jóvenes anderos, en cada etapa tenía prevista la visita a las iglesias por donde pasaba en su recorrido.

El martes 3 de septiembre de 2019 transcurría la etapa entre el Carmen Calzado de Puerta Nueva y el Descalzo de San Cayetano. Al llegar a la Iglesia del Juramento de San Rafael, siendo las 19:40, fue recibida por las Hermandades de San Rafael y Universitaria. Recorrió la nave principal del templo, mientras el Rector del mismo, Ilmo. Sr. D. Fernando Cruz-Conde y Suárez de Tangil, hacía desde el ambón la oración y meditación. Al llegar al altar mayor fue homenajeada por la Hermandad de San Rafael con ofrenda floral.

Virando luego hacia la nave del Evangelio, donde se encuentra la capilla sacramental, fue recibida en su entrada por la Junta de Gobierno de la Hermandad Universitaria con estandarte y cuatro varas, presidiendo su Hermano Mayor, Alberto Villar Movellán. La Vocal de Cámara, Mercedes Fernández Muriel, ofreció a Nuestra Señora de la Fuensanta un ramo de flores blancas en nombre de la Hermandad. Seguidamente la Junta de Gobierno se incorporó a la procesión tras las andas de la Virgen, para acompañarla hasta la puerta del templo, donde fue despedida por las representaciones de las dos hermandades con sede en el Juramento de San Rafael.