MIÉRCOLES DE CENIZA

El 26 de febrero ha dado comienzo la Cuaresma de 2020 con la celebración del Miércoles de Ceniza. La Hermandad Universitaria se sumó como todos los años a la celebración eucarística diaria de nuestra sede canónica, a las 11:00 de la mañana, en esta ocasión presidida por Don Leopoldo Rivero Moreno, párroco de Nuestra Señora de la Esperanza. Hizo las lecturas el hermano mayor. Tras la homilía, el celebrante impuso la ceniza a los hermanos, junto con el numeroso grupo de fieles que se había congregado este día en el Juramento de San Rafael.

Al término de la Santa Misa, los hermanos se dirigieron a la capilla de nuestros Titulares para rezar el ejercicio del Vía Crucis, presidido igualmente por D. Leopoldo Rivero. Abrió el ejercicio el celebrante, que fue recitando igualmente las jaculatorias de las estaciones; éstas fueron leídas por el hermano mayor, haciéndose de rodillas las relativas a la Crucifixión y Muerte del Redentor. Terminó D. Leopoldo con la oración por las intenciones del Papa y la bendición. Finalizado el santo ejercicio, se retiraron las flores de los altares del Santo Cristo de la Universidad y Nuestra Señora de la Presentación, como signo de austeridad y penitencia, acorde con el tiempo litúrgico que comienza.

VÍSPERAS DE CUARESMA

Cuando se acerca la Cuaresma, se multiplican los cultos de las hermandades y los actos relacionados con la Semana Santa. El domingo 23 de febrero, representó a la Hermandad el hermano mayor, Alberto Villar Movellán, en la inauguración de la exposición en homenaje a Fray Ricardo de Córdoba, abierta en el Museo de la Trinidad y comisariada por el director del mismo, N. H. Rafael Mariscal Martínez. Presidió el acto el párroco de la Trinidad, D. José Juan Jiménez Güeto, quien elogió la figura del recordado capuchino, eje fundamental en la historia de las cofradías de las últimas décadas, tanto como predicador, cuanto como realizador de diseños para el ajuar cofrade.

El día 25, martes, a las 21:30, tuvo lugar en el Centro de Recepción de Visitantes, la presentación de la revista Pasión en Córdoba, una contribución del diario ABC al conocimiento y difusión de la Semana Santa de Córdoba, realizada bajo la dirección de Luis Miranda. El acto estuvo muy concurrido y contó con la presencia de las autoridades locales, el señor obispo, D. Demetrio Fernández, el alcalde, D. José María Bellido, la delegada municipal de Turismo, Dª. Isabel Albás, los cuales intervinieron en la sesión, introducidos por el anfitrión, el director de ABC Córdoba, Francisco J. Poyato. Asistieron numerosos hermanos mayores, así como la Junta de la Agrupación de Cofradías, con su presidente, Francisco Gómez Sanmiguel, y el deán del Cabildo catedral, D. Manuel Pérez Moya. Representó a nuestra Hermandad el hermano mayor.

La revista está dedicada a la Coronación Canónica de María Santísima de la Paz y contiene numerosos artículos, entre otros, la entrevista al político y cofrade Luis Martín, un sentido recuerdo a Fray Ricardo, un estudio pormenorizado del coro de la Catedral de Córdoba, y un reportaje sobre el Museo de la Pasión de Cabra, cuyo director, D. Salvador Guzmán asistió también a la presentación. En la página 64 arranca un artículo que sirve para conmemorar los veinte años que lleva la edición de ABC en Córdoba, en cuyas páginas han tenido siempre lugar de honor las noticias cofrades. En la secuencia gráfica de esas noticias seleccionadas aparece la página 42 de la edición del 12 de marzo de 2010, que se hace eco de la presentación a la prensa de la imagen sorprendente del Santo Cristo de la Universidad.

La imagen del Santo Cristo ha servido también en estos días para ilustrar el cartel anunciador de la obra teatral “Testigos de la Pasión”, que se representará en la parroquia de la Trinidad el próximo 20 de marzo. Promovida por Cursillos de Cristiandad, es su autor y director Francisco Cabezas Pérez, que cuenta con la colaboración de actores profesionales y un número de voluntarios pertenecientes a la Hermandad del Santo Sepulcro de Aguilar de la Frontera.

COMIENZO DE ENSAYOS CON NOVEDADES

 

El martes 11 de febrero de 2020 tuvo lugar la igualá de costaleros de la cuadrilla del Santo Cristo de la Universidad, bajo la dirección del capataz Enrique Garrido Montero. A las 21:30 se dieron cita los aspirantes, que se congregaron en la capilla de nuestros Titulares para hacer las preces y recibir la bienvenida del Hermano Mayor, Alberto Villar Movellán. Éste agradeció la concurrencia de los antiguos costaleros, que llevan ya muchos años sacando al Santo Cristo y anteriormente a Nuestra Señora de la Presentación, e hizo votos para que fuera bien el ensayo. N. H. Enrique Garrido dio a su vez las instrucciones correspondientes y, seguidamente, pasó a igualar a los faeneros.

Esa misma tarde, la Junta de Gobierno había aprobado un ligero cambio en el itinerario de ida a la Santa Iglesia Catedral. Así pues, la cofradía, una vez que llegue al final de la plaza de San Rafael, no girará hacia Arroyo de San Rafael para enfilar Arroyo de San Lorenzo y Ronda de Andújar, sino que seguirá adelante por Virgen de Villaviciosa, Santa María de Gracia, Realejo, Muñices, plaza de la Magdalena y Francisco Borja Pavón, para llegar a su recorrido habitual por Alfonso XII. Ello añade 120 metros al recorrido de años anteriores, por lo que se añaden 15 minutos a la estación de penitencia. Sin embargo, se discurrirá por un espacio más acogedor, pasando también por la vieja parroquia medieval de la Magdalena.

El primer ensayo, que se ha realizado con pleno éxito, ha tenido lugar precisamente por este nuevo recorrido hasta la plaza de la Magdalena. El paso salió a la calle a las 23:15 y se encontraba a las 23:45 ante la ermita de San José, en la mencionada plaza. La entrada tuvo lugar al filo de las 0:15. Se reunió de nuevo la cuadrilla ante nuestros Titulares para dar gracias y, finalmente, tanto el hermano mayor como el capataz expresaron a los costaleros su satisfacción por lo bien que había resultado el ensayo. La cuadrilla fue acompañada en todo momento por los miembros de la Junta de Gobierno, Alberto Villar, Daniel Luque, Mercedes Fernández, y por N. H. Antonio Cruz, que actuaron de auxiliares de circulación.

SIGUE EL CURSO DE FORMACIÓN

El pasado sábado 8 de febrero tuvo lugar la quinta ponencia del curso de formación del presente año académico, a cargo de NH Miguel Rodríguez-Pantoja Márquez, catedrático de Filología Latina, que disertó sobre “Descuidos y errores en las traducciones de la Biblia”. Inició la sesión el Hermano Mayor, Alberto Villar Movellán, con las preces y a continuación presentó brevemente esta segunda intervención del ponente en el curso.

Hizo el conferenciante una introducción en la que explicó el sentido de las traducciones y los principales textos católicos que tenemos a disposición, especialmente la versión de la Biblia de Nácar-Colunga, la Biblia de Jerusalén y la de la Conferencia Episcopal Española, que es la que se utiliza actualmente para los textos litúrgicos. Planteó que se centraría, por razones de tiempo, únicamente en el Nuevo Testamento.

Ya entrado en materia, desgranó algunos términos y conceptos que pueden llamar a perplejidad a causa de la traducción, por ejemplo, la palabra celemín, que, aunque castellana, procede del árabe y lleva bastante tiempo en desuso por ser una medida arcaica: “Nadie enciende una lámpara y la pone en lugar oculto o debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que los que entran vean la luz” (Lc 11, 33). En realidad, el texto bíblico utiliza el término “modio”, que es palabra admitida por la Academia como medida de capacidad para el grano, que usaban los romanos: un cajón equivalente a unos 8’75 litros, o sea, el doble que el celemín.

Se refirió luego a temas conceptuales, que afectan incluso a las oraciones más conocidas, como el avemaría, tomada del saludo del ángel a María y del saludo de su prima Isabel. A diferencia de otros idiomas, en español se ha traducido por “Dios te salve María”, cuando Gabriel lo que le dice a la Virgen es un saludo, ave, que viene a ser ¡hola!, en griego, jaire, alegría, alégrate. Isabel la llama “bendita entre las mujeres”, no entre “todas” las mujeres. En relación con ello comentó el Ángelus, donde se ha deslizado últimamente una traducción inapropiada, cuando se dice: “el Verbo se hizo carne y ‘acampó’ entre nosotros” (Jn, 1, 14). Tanto en griego como en latín, las versiones de la Biblia dicen el equivalente a habitar, vivir entre nosotros. Es cierto que el griego usa el término eskenosen, que tiene también significado militar, referido a guarecerse en una tienda o barracón en descampado, pero éste no es el sentido de la venida de Cristo.

En la Misa dominical rezamos el Gloria con una traducción que también es discutida: Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis. La traducción “Gloria a Dios en las alturas” es correcta, lo mismo que “en los cielos”, porque se refiere a lo más alto. En cambio, “los hombres de buena voluntad”, que es en sí misma correcta, se presta a dudas acerca de si la buena voluntad procede de Dios o de los hombres, pues en griego, la palabra eudokias significa también benevolencia o complacencia. Por eso se ha optado en la Misa por “paz a los hombres que ama el Señor”. Pero el texto de la Conferencia Episcopal mantiene “los hombres de buena voluntad” (Lc 2, 14). El ponente apoyó repetidamente sus propuestas con las reflexiones que hace en esos pasajes Joseph Ratzinger, papa Benedicto XVI, en su conocida obra Jesús de Nazaret.

En la Pasión, se lee, en Marcos, que los judíos habían entregado a Jesús por “envidia” (Mc 15, 10). Pero el término latino invidia, que emplea el Evangelista, no significa envidia, sentimiento que en absoluto mostraban los judíos hacia Cristo, sino antipatía, odio o mala voluntad. “Odio” reflejaría mucho mejor el sentido del original.

Otro tanto vemos en Jesús crucificado entre dos “ladrones”, porque la versión latina utiliza el término latrones, que se refiere a ladrones, pero también a salteadores y bandidos. Es evidente que el horrible suplicio de la cruz no estaba prescrito en Roma para los que robaban, sino para los convictos de delitos mucho más graves, como el asesinato o la sedición. Se trata, en efecto, de malhechores, que en la versión griega, la original de los Evangelios, quedan reflejados mucho mejor como kakourgos. Los condenados con Cristo eran sin duda criminales o sediciosos, como Barrabás. La traducción de la Conferencia Episcopal ha corregido este error traduciendo por malhechores en el texto y, sin embargo, cuando en Lucas 23 titula el pasaje, vuelve a decir “Los dos ladrones”.

Los verdugos le dan a beber a Jesús una esponja empapada en vinagre (Jn 19, 29) y esto se tiene como ultraje último que se le hace a Cristo. Marcos dice que se le da acetum (Mc14, 36), una mezcla de vino y agua muy común entre los soldados; esa mezcla adquiría pronto un sabor agrio y, de ahí, que se hable de vino agrio o vinagre. Pero no hemos de verlo como burla, sino como reacción normal ante el condenado que pide de beber.

Tras la interesante ponencia, que fue muy aplaudida, se suscitó un animado coloquio, donde los asistentes aportaron sus inquietudes acerca del mal uso de los signos de puntuación en la traducción oficial de los textos de la Misa, o de la fórmula pro multis de la Consagración, o también, la frase “no conozco a varón” (Lc 1, 34) que, a veces se oye en la lectura del Evangelio correspondiente a la Anunciación. Cerró el Hermano Mayor, felicitando a NH Miguel Rodríguez-Pantoja por la amena y esclarecedora conferencia, y citó para la próxima, el 7 de marzo.