JUEVES DE PASIÓN 2021
Tras el paréntesis de 2020, en que la Hermandad hubo de celebrar los cultos del Jueves de Pasión de forma virtual, por medio de Internet, este presente, 25 de marzo de 2021, día de la Encarnación, pudo hacerse con la presencia de los hermanos en el Juramento de San Rafael y de modo parecido al que se tenía en años anteriores, aunque con las debidas precauciones de mascarilla, gel hidroalcohólico y distancia social.
Se convocó a los hermanos a una hora temprana, a las 19:30, para celebrar la Santa Misa, que fue presidida por nuestro Consiliario, D. Fernando Cruz-Conde y Suárez de Tangil y acolitada por NH Juan Carlos Jiménez Díaz. Acompañó al órgano Clemente Mata. Se había preparado el día anterior el altar de veneración, con los respiraderos del Santo Cristo, colocados de costero en el lugar donde se pone habitualmente, bajo la cúpula, al lado de la Epístola. Nuestra Señora, vestida al modo de las reinas viudas del siglo XVI, esperaba al traslado, entronizada en la capilla.
Tras la Santa Misa, se apagaron las luces para rezar el solemne ejercicio del Vía Crucis, que leyó NH María Teresa Dabrio. Un grupo de hermanos formó procesión, como es habitual, abriendo el hermano mayor como muñidor, seguido de la cruz de guía y dos faroles, y detrás, doce hachetas, guiadas por el diputado mayor de gobierno. Los motetes que ilustraron las estaciones se iniciaron con el estreno de la composición Con tres clavos, que es una adaptación musical de la Canción de Solveig, de Edvard Grieg, obra del músico Juan Santos Sánchez, autor también de la letra. Pusieron las voces María José Cantos y María Dolores Molina. D. Juan Santos tuvo la gentileza de enviar a la Hermandad la partitura, con autorización para interpretarla, lo que la Hermandad le agradece vivamente.
Al término del Vía Crucis, siguiendo la costumbre, se hizo la vía sacra con las hachetas, para iluminar el paso de Nuestra Señora de la Presentación, llevada por el cuerpo de capataces, al mando de Víctor Villén, hasta el altar de veneración, donde quedó al pie de la cruz. Durante el tránsito sonó, como siempre, el Stabat Mater de Zoltan Kodály. Finalmente, los capataces hicieron entrega de un precioso ramo de rosas blancas para Nuestra Señora.