EL EVANGELIO DE JUAN Y LA EUCARISTÍA
Dentro del Curso de Formación, la sesión del mes de febrero, celebrada el jueves 24, ha consistido en la presentación del libro El Evangelio de Juan y la Eucaristía. Un punto de vista personal. Análisis del capítulo 6, del que es autor NH José Ramón Molina Hurtado, diputado de Obras Asistenciales de la Hermandad Universitaria. Tuvo lugar en el oratorio de la Sábana Santa, con asistencia de hermanos, familiares y amigos del autor.
Tras las preces, tomó la palabra el hermano mayor, para dar las gracias al público asistente y, muy especialmente, a los ponentes de esa tarde, tanto a José Ramón Molina, autor de este interesante y documentado estudio, como a su presentador, NH Ramón Molina Navarrete, padre de José Ramón. Expresó su satisfacción por haber podido dedicar esta sesión del curso a un acto tan propio de la Universidad, como es la presentación de un libro, en este caso, un libro que comenta la Sagrada Escritura. Cuando pidió a José Ramón que designara a un presentador que le conociera bien, no dudó en designar a su padre. Por eso se trata de una ocasión única y entrañable en que miembros de una misma familia celebran el nacimiento de un libro en el seno de esta otra familia que a todos nos acoge, que es la hermandad Universitaria.
Presentó seguidamente a NH Ramón Molina Navarrete, nacido en Úbeda, en 1951. Ejerció como maestro en distintos centros de Úbeda y Jaén, hasta su jubilación en 2011. Poeta, escritor y dramaturgo de honda religiosidad, es acreditado autor de pregones, creador y director del grupo de teatro Maranathá, que ha interpretado sus obras en distintas ciudades de España, Italia y Argentina. Fundador y director de la revista Ibiut, ha cosechado gran cantidad de premios literarios. Cofrade de diversas corporaciones, ingresó en esta Hermandad Universitaria en 2019.
El presentador comenzó su discurso con dos bellos sonetos, dedicados al Santo Cristo de la Universidad y a Nuestra Señora de la Presentación. Manifestó su compromiso por esta Hermandad, “única, distinta, profunda en la fe”, a la que vino atraído por la seriedad y la unción sagrada de sus Titulares. A continuación, fue desgranando la biografía de su hijo, desde su niñez hasta la culminación de su brillante carrera como doctor en Medicina y especialista en Hematología. Destacó su inquietud por el saber, que le lleva a licenciarse en Historia, y por la interpretación, que ha experimentado especialmente en la representación de Maranathá, obra teatral en la que ha dado vida a numerosos personajes, hasta culminar en la figura de Cristo, sucediéndole a él mismo.
Con emocionadas palabras, hizo una semblanza de su familia, en la que ha nacido este libro, su esposa, la Dra. Nieves Delgado, y sus pequeños, Ramón, destinatario de la obra, y Elena, sin olvidar a Pepe, que subió a la luz del cielo poco antes de ver la de este mundo. Destacó los extraordinarios valores humanos de José Ramón, especializado en el cuidado de los niños enfermos, que se refieren a él como “el médico de la barba”. Terminó con una encendida protestación de su amor paterno, afirmando, como en el epílogo de Juan, “Otras muchas cosas se podrían decir de él, tantas, que, si se escribiesen una por una, este mundo no podría contener los libros”.
El hermano mayor agradeció las sentidas palabras de NH Ramón Molina y dio el turno al autor de la obra. Comenzó NH José Ramón agradeciendo a su padre no sólo la presentación, sino todo lo que le debía en su vida. Agradeció igualmente a la Hermandad el haber organizado esta presentación y reconoció sentirse muy a gusto en ella, por cuanto se preocupa por las cosas importantes y renuncia a lo superfluo. Cuando la conoció, en la calle, antes de que entrara en carrera oficial, sintió la necesidad imperiosa de pertenecer a ella.
Explicó a continuación el origen de esta obra, que no es otro que la primera comunión de su hijo Ramón. En 1987, con motivo de su primera comunión, su padre le había regalado un libro de poemas, Sol Radiante, en que le explicaba la Eucaristía en verso. A la hora de pensar en un regalo para el pequeño Ramón, quiso repetir el regalo de su padre, pero en prosa, mediante este libro de investigación, que no tiene otro objeto que exaltar la figura de Jesús de Nazaret, para que se le conozca mejor, “porque es imposible conocer a Jesús y no enamorarse de Él”.
El Evangelio de Juan fue siempre su preferido, por la cantidad de detalles sobre Jesús, porque está redactado por un testigo presencial que nunca dice su nombre, sino que se cita “el discípulo al que amaba” Jesús. Es sabido que no es un texto escrito por el propio San Juan, pero sí están plasmadas en él sus ideas y la tradición que ha transmitido a sus discípulos, en las iglesias que dependían de él. Sin duda es un texto que contó con la aprobación del mismo Juan. Y por eso, siendo la narración de un testigo, llena de detalles, le había llamado poderosamente la atención por qué en el relato de la Última Cena no se menciona la institución de la Eucaristía. El deseo de profundizar en el contexto histórico es lo que le lleva, entre otras cosas, a cursar la carrera de Historia y, puesto que el texto se redactó en griego, se dedicó a estudiar esta lengua, para evitar servirse de traducciones que no reflejan muchas veces el sentido de las palabras.
Algunos comentaristas -y él está de acuerdo con ellos- piensan que las palabras eucarísticas de Jesús son secuestradas de la Última Cena por la escuela joánica, porque las tenían como un secreto propio, como un tesoro que había que preservar con sumo cuidado, por la grandeza del misterio de fe. Probablemente sucedería que en muchas iglesias no joánicas se llegó a celebrar la fracción del pan con tal familiaridad, que acabaría siendo un símbolo, lejos de la realidad de la transubstanciación que Jesús quiso transmitir con sus palabras.
El texto de Juan no sería compuesto de seguido, en una redacción única, sino por partes que se van añadiendo, pero con la peculiaridad de que una vez que se incluye un relato, éste ya no se modifica, sino que pasa a la tradición. Una vez muerto Juan, sus discípulos añaden el capítulo 21 y se dan cuenta de que falta la Eucaristía en el relato definitivo. No quieren tocar el texto aprobado, sobre todo en la narración de la Última Cena, y ven como solución más idónea incorporar en el capítulo 6 el “Discurso del Pan de Vida”, que aparece después de la multiplicación de los panes y los peces y de Jesús que camina sobre las aguas. No como narración de la institución eucarística, sino como su visión de la Eucaristía. Es un texto complicado, donde se emplea el sentido no tanto de comer, sino de masticar, y se refiere claramente no al cuerpo, sino a la carne y la sangre.
Terminó leyendo el último párrafo del libro, unas sentidas palabras donde recomienda a su hijo cómo proceder para ser seguidor de Cristo: “Y nunca olvides que si no comes su carne y no bebes su sangre no tienes vida en ti. Es decir, si comes su carne y bebes su sangre tienes vida eterna y él te resucitará en el último día.” Y añadió: “Allí estaré yo esperándote. Te quiero, hijo mío”.
Ambas intervenciones fueron largamente aplaudidas. Cerró la sesión el hermano mayor entregando a los ponentes, en nombre de la Hermandad, un diploma enmarcado con imagen de nuestros Titulares, en agradecimiento por su colaboración en este curso. Seguidamente, el autor repartió entre los asistentes ejemplares de El Evangelio de Juan y la Eucaristía, firmando una dedicatoria a quienes se lo solicitaron.