El pasado martes 9 de junio se cumplieron veinticinco años de la bendición de la imagen de Nuestra Señora de la Presentación. En ese mismo día de 1990 y en el Ofertorio de la Misa Solemne, presidida en la sede canónica de San Pedro de Alcántara por el Ilmo. Sr. D. Miguel Castillejo Gorráiz, tuvo lugar la bendición de tan preciosa imagen, realizada por el joven imaginero Miguel Ángel González Jurado para la naciente Hermandad de la Universidad. Seis meses antes había sido aprobada mediante decreto del Obispo de Córdoba D. José Antonio Infantes Florido, quien le otorgó Estatuto ad experimentum.

La Solemne Eucaristía del XXV Aniversario se celebró en la nueva sede del Juramento de San Rafael, a las 20:30 h. Nuestra Señora vistió el terno de plata con la toca de salida. El altar lució toda la candelería, compuesta por los candelabros apostólicos, con sus doce luces, y los treinta y cinco fanales doctorales, dándose preeminencia al dedicado a la Mística Doctora, Santa Teresa de Jesús, por encontrarnos en el Año Teresiano.

Presidió el Ilmo. Sr. D. Jesús Poyato Varo, Vicario Episcopal de la Ciudad, actuando de concelebrante el Rvdo. P. D. José Julio Martín Barba, Rector del Seminario Redemptoris Mater, y de diácono el Rvdo. Sr. D. David Matamalas Manosalvas. El servicio de acólitos estuvo integrado por N. H. Juan Carlos Jiménez Díaz, Secretario de la Hermandad, y por seminaristas del Redemptoris Mater. El cuerpo de seminaristas actuó igualmente de coro, entonando las partes de la Misa y cantos en honor de la Virgen María.

Asistió a la ceremonia el imaginero Miguel Ángel González Jurado, acompañado de su esposa, a quienes el Hermano Mayor situó en lugar preferente. Así mismo ocupó el lugar destinado a la Junta de Gobierno el representante de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, D. Manuel Luque Martínez, Vicepresidente de HH. de Gloria. Nos acompañaron igualmente varios hermanos de la Ilustre Hermandad del Arcángel San Rafael.

Estuvo muy presente el recuerdo a N. H. fundador, Francisco Javier Beltrán Guzmán, fallecido en 1993, y a quien impulsó el crecimiento de la Hermandad en aquellos primeros años, el Hermano Marista José Cabello Carrasco, fallecido el pasado 25 de mayo en Benalmádena. A ello hizo referencia N. H. Alberto Villar en la monición y el celebrante en la homilía.

Saludó el Sr. Vicario al concelebrante, a los seminaristas a la Junta de Gobierno y al imaginero, a los invitados, hermanos y fieles en general. Destacó el valor de esta ceremonia, precisando que si es importante agradecer el pasado, lo es mucho más mirar al futuro. Para ello es necesario estimular la formación de los hermanos, la oración sincera y la caridad, dejando en segundo término los adornos y enseres que tanto ocupan a los cofrades. Hemos de huir de los personalismos para emplearnos en esa labor callada tan necesaria en las cofradías, teniendo siempre presente el horizonte de Cristo Nuestro Señor y el amor de nuestra Madre María Santísima. Laus Deo.