CURSO DE FORMACIÓN

El pasado sábado 7 de marzo de 2020 tuvo lugar en el oratorio de la Sábana Santa del Juramento de San Rafael la sexta charla del presente curso de formación 2019-2020. Estuvo a cargo del catedrático de Historia del Arte Alberto Villar Movellán, que desarrolló el tema “La Sabana Santa, el cine y la nueva iconografía de Jesús Nazareno”.

Explicó nuestro hermano mayor cómo el origen del cine había coincidido en fechas con el impacto que causara la fotografía de Secondo Pía hecha a la Síndone de Turín en la ostensión de 1898. Desde su origen, el cine se ocupó de captar imágenes de la Vida y la Pasión de Jesucristo, siendo el personaje que más veces ha sido llevado a la gran pantalla.

Expuso el origen de la iconografía de Jesús Nazareno y la persistencia de la imagen de Cristo cargado con la cruz entera, aunque desde el siglo XVI hay testimonios científicos de que los condenados cargaban sólo con el patibulum. Presentó algunos de los escasos ejemplos de esta opción en la pintura del Renacimiento.

Al comienzo de la cinematografía, autores como los hermanos Lumière hacen meros escarceos, en los que se filman representaciones teatrales, al modo de los misterios; otras veces se actúa exprofeso, pero con escaso cuidado en la puesta en escena. La primera obra cuidada, coloreada incluso en parte, es la serie de escenas de la Vida y la Pasión de Jesucristo, realizada por Ferdinand Zecca entre 1902 y 1903. Aunque no las terminaría hasta 1907, las escenas de la Pasión influirán en otros autores, muy significativamente el paisaje urbano de la calle de la Amargura, con sus arbotantes de origen medieval, o el soldado romano a caballo. El rostro del Ecce Homo no es ajeno al del Hombre de la Sábana Santa, identificable por la forma de la barba y las guedejas laterales, pero, sobre todo, por el único reguero de sangre en la frente, semejante a la mancha en épsilon del Hombre de la Síndone.

Será a partir de la obra de Alice Guy-Blaché, en El Nacimiento, la Vida y la Muerte de Nuestro Señor Jesucristo (1906), cuando el cine tome conciencia de lo que significa narrar una historia, concretamente una historia sagrada. Aparecen ya aquí unos escenarios que se repetirán en las producciones futuras, como la galería trífora del Pretorio o la calle de la Amargura, que repite los arbotantes de Zecca. Cristo carga una enorme cruz, pero los malhechores llevan únicamente el patibulum. El soldado a caballo que abre el cortejo es otro recurso que el cine repetirá copiosamente.

En 1916, en el Christus de Giulio Antamoro, vemos a Simón de Cirene, que ayuda a llevar la cruz de una forma más lógica, de modo que él sostiene el brazo derecho del patíbulo y Jesús, el izquierdo.

Gólgota. 1935

En los años 20 encontramos ya grandes superproducciones como Rey de Reyes (1927) de Cecil B. De Mille, cuyo Jesús con la cruz a cuestas no dejará de influir en importantes imágenes de postguerra, caso de Jesús Nazareno del Paso, realizado por Mariano Benlliure en 1940 para la hermandad malagueña de la Esperanza. En la década siguiente se realiza la magnífica Gólgota (1935) de Julien Duvivier, donde se aprecia aún mayor influencia del rostro de la Síndone, unida a otros importantes detalles arqueológicos, como la corona de espinas en forma de casquete o el titulus crucis escrito de derecha a izquierda.

En la década de los 50, ya perfectamente desarrollados el color y la escenografía en exteriores, surgen algunas producciones ambiciosas y con sentido catequético, la más famosa, Los Misterios Dolorosos del Rosario (1957), del Padre Peyton. El Cirineo lleva aquí la cruz al modo iconográfico tradicional, para pasar luego a cargarla él solo. Los malhechores llevan el patíbulo amarado con cuerdas y uno de ellos protagoniza una caída de bruces muy realista, propia de quien sufre ese suplicio. Se llega así a las grandes superproducciones de los 60, década en la que publica monseñor Giulio Ricci sus trabajos fundamentales sobre el Hombre de la Síndone, en los cuales describe perfectamente el martirio de Jesús, tal como se deduce de los datos de la Sábana Santa. De esta investigación es deudora Jesús de Nazaret, realizada por Franco Zefirelli en 1977, película en la que vemos por fin a Cristo llevando únicamente el patíbulo atado con cuerdas camino del Calvario.

Cristo del Madero y la Verónica. 1989

Es a raíz de esta película cuando se genera la nueva iconografía pasionista de Jesús Nazareno, gracias a la obra del imaginero murciano José Hernández Navarro, que la ofrece por vez primera en el grupo Cristo del Madero y la Verónica (1989), para la Hermandad de los Moraos en Callosa de Segura, Alicante.

Tanto la coronación de espinas como el camino del Calvario, acordes con los estudios de la Sábana Santa, son plasmados con verosimilitud en el cine de los 80, singularmente en La última tentación de Cristo (1988), de Martin Scorsese, que llega a plantear una crucifixión que responde a la del esqueleto del crucificado de Jerusalén, hallado por Vassilios Tzaferis en 1968 y publicado en 1985. La nueva escenificación del camino del Calvario se respeta en producciones de los 90, como Jesús (1999), de Roger Young.

Mel Gibson en La Pasión de Cristo (2004), vuelve al sistema tradicional, Cristo con la cruz entera y los malhechores con los patíbulos. La cruz, cepillada sólo en los frentes, es deudora de las que aparecen en Barrabás (1961), de Richard Fleischer, mientras que el Cirineo ayuda de un modo que recuerda al propuesto por Giulio Antamoro en Christus (1916). En cambio, se aprecia la influencia de los estudios de la Síndone en el rostro torturado de Cristo y en el paño de la Verónica, que se inspira claramente en la reliquia de Turín.

Aunque se ha atribuido a Miñarro la inspiración en esta película para concebir una obra como nuestro Santo Cristo de la Universidad, dicha afirmación carece de fundamento, puesto que los estudios de Miñarro sobre la Síndone son anteriores al estreno de la película y porque el escultor ha plasmado en la imagen los conocimientos rigurosos sobre la Síndone y el Sudario de Oviedo, absolutamente ajeno a las visiones de la beata Ana Catalina Emmerick, publicadas por Clemens Brentano, que son las que inspiran a Gibson en las escenas más cruentas. Miñarro sí ha utilizado, en cambio, el modelo de Fleischer y de Gibson en la cruz cepillada que lleva en procesión su Nazareno de la Humildad (2004), de la Hermandad sevillana del Cerro.

El modelo de Cristo con el patíbulo amarrado ha tenido éxito en levante, como se aprecia en la obra del imaginero murciano Galo Conesa, por ejemplo, el Cristo del Madero (2010), para la Archicofradía del Nazareno de Alhama, Murcia, o el de la Humildad y Paciencia (2014), para Horcajo de Santiago, Cuenca. A la misma opción iconográfica responde el Jesús Condenado (2012), titular de la Hermandad Universitaria de Cáceres, obra del sevillano, afincado en Cáceres, Antonio Fernández Domínguez, a quien pidió la hermandad que se inspirara en el Hombre de la Sábana Santa, y el precioso grupo de Jesús Nazareno y el Cirineo (2016), de la Cofradía del Cristo de la Bienaventuranza de León, obra de los gaditanos Ana Rey y Ángel Pantoja. Estas últimas imágenes suponen la introducción del nuevo modelo iconográfico entre los artistas andaluces, si bien en obras realizadas para fuera de Andalucía.

N. H. MARÍA ÁNGELES RAYA EN CÍRCULO

Organizado por el diario ABC y patrocinado por el Cabildo Catedral, se está celebrando en el Círculo de la Amistad el segundo ciclo de conferencias “El Templo de Córdoba”. El pasado 5 de marzo le correspondió intervenir a N. H. Ángeles Raya, profesora titular de Historia del Arte y vocal de la Junta de Gobierno de esta Hermandad Universitaria. En un Salón Liceo repleto de público, fue presentada la ponente por la directora del ciclo, la profesora D.ª Gloria Lora Serrano, de la Universidad de Sevilla, y el profesor y académico D. José Calvo Poyato.

La profesora Raya desarrolló el tema titulado “La joya de la Catedral de Córdoba: el Crucero”. Se refirió en primer lugar a la construcción gótica y verdaderamente singular del primer coro, presidido por la capilla de Villaviciosa, para pasar después al estudio de la capilla mayor y coro nuevos, elevados en el centro de la vieja mezquita, como fruto de una necesidad funcional y de una mentalidad nueva, como era la del Humanismo. Esbozó la personalidad del obispo D. Alonso Manrique, que decide comenzar la obra nueva en 1523, y de los demás prelados que habían contribuido a continuarla, hasta llegar a D. Francisco Reinoso, con el que se logran cerrar las cubiertas, pendientes de ejecución durante muchas décadas.

Explicó el papel desempeñado por el Cabildo, durante la polémica decisión de Manrique y luego, a lo largo de la obra. Y se detuvo muy especialmente en la secuencia constructiva del nuevo edificio, que había ido elevándose bajo la dirección del gran arquitecto Hernán Ruiz el Viejo, con un patente cambio de gusto, del gótico inicial al renacimiento, hacia 1530. Las obras fueron continuadas a su muerte por su hijo y sucesor en el oficio, Hernán Ruiz el Joven. Finalmente, el obispo Reinoso trajo al arquitecto castellano Diego de Praves, que ideó las cubiertas, quedando concluida la obra en 1607, al comienzo del episcopado de fray Diego de Mardones.

Asistieron al concurrido acto, que fue muy aplaudido, entre otras personalidades, el deán de la Catedral, D. Manuel Pérez Moya, el canciller-secretario general del Obispado, D. Joaquín Alberto Nieva, el director de ABC Córdoba, D. Francisco Poyato, y el coronel D. Nicolás de Bari Millán Cruz, vicepresidente del Círculo de la Amistad, así como la exdirectora el Museo de Bellas Artes de Córdoba, D.ª Fuensanta García de la Torre. Estuvieron presentes igualmente el hermano mayor, Alberto Villar, varios miembros de la Junta de Gobierno y numerosos hermanos universitarios.

EL CRISTO DE MIAMI

La realización del Santo Cristo de la Universidad en 2010 suscitó todo tipo de reacciones, bastantes de rechazo, a causa de la veracidad con que estaban representados en la imagen los tormentos que sufrió el Hombre de la Sábana Santa. Sin embargo, la unción profunda de su expresión icónica convenció a muchos de que estábamos ante una imagen muy real de los padecimientos que Cristo sufrió por nosotros. Por esa razón generó el deseo de obtener una copia y el profesor Juan Manuel Miñarro comenzó a recibir encargos en este sentido, el primero, de la población malagueña de Cártama, concretamente de la parroquia de San Isidro Labrador.

La actitud del escultor fue entonces y sigue siendo hoy, afortunadamente, la misma: el artista no es un fabricante de copias u objetos en serie. La imagen podrá tener las medidas del Hombre de la Sábana Santa, pero ha de ser diferente en cada caso, una obra nueva y más avanzada. Así nació la bella imagen del Cristo de la Misericordia, de Cártama Estación (2015), un Cristo vivo, que implora al Padre, con morfología sindónica y clavos en las muñecas, pero que mantiene también rasgos tradicionales de la imaginería andaluza, como la cruz arbórea o el pie derecho clavado sobre el izquierdo.

Séptima Palabra. Zaragoza, 2015
Séptima Palabra. Zaragoza, 2015

Otro tanto podría decirse del magistral Cristo de la Séptima Palabra (2015), de la basílica del Pilar, de Zaragoza. Su fisonomía es sindónica, pero rehúye a propósito la representación de la Síndone, para adentrarse en los detalles de la tanatología forense: facies precadavérica, sudoración, mirada desvanecida, realismo en las heridas. Todo ello sin olvidar la tradición de un expirante tan colosal como el Cachorro de Triana, de Francisco Antonio Gijón (1682).

Igualmente distinto es el Cristo de la Fundación (2018) de Cabra, de rasgos sindónicos, como conviene al Museo de la Pasión, que hizo el encargo. Obra excelente que escapa, sin embargo, al programa riguroso del Hombre de la Síndone, al presentarlo con cuatro clavos, el pie derecho sobre el izquierdo, junto con otras licencias que refuerzan la personalidad del artista y lo diferencian del Cristo Universitario. Todos los citados coinciden en que son crucificados vivos.

Caso diferente es el encargo de la parroquia del Corpus Christi de Miami (Florida, EE.UU.) Esta feligresía, formada mayoritariamente por población de origen hispano, de tradición católica, mantiene una Hermandad del Cristo de Medinaceli y María Santísima de la Esperanza Macarena, que tenía interés en incorporar un crucificado, sirviéndose igualmente otra copia, en este caso, la del Santo Cristo de la Universidad. El profesor Miñarro convenció a sus responsables de que no les podía hacer la copia que solicitaban, pero sí un crucificado sindónico. Finalmente se concretó el encargo, que ya es una realidad, el último de los grandes crucificados de Miñarro.

Miñarro. Cristo para Miami, 2020

A fin de febrero han viajado a Sevilla dos de los responsables, el arquitecto Fabián Sánchez y su esposa Paula, para admirar el resultado en el taller de Miñarro. Ciertamente puede catalogarse como una versión libre del Cristo de la Universidad, el más próximo conceptualmente, pero con las licencias necesarias para introducir los avances de la investigación y evitar su clasificación como copia. Es más estilizado de figura, con largos brazos y corona de tipo diadema. Como nuestro Titular, está representado muerto, con los clavos en las muñecas y el pie izquierdo sobre el derecho. El perizoma responde al mismo concepto, pero volteado horizontalmente y con las dos moñas que tuvo el modelo en barro del universitario. En cambio, no reproduce con rigor, como el primero, las heridas por flagelo del Hombre de la Síndone.

La mayor novedad que incorpora deriva de las investigaciones del EDICES sobre el Santo Sudario de Oviedo, bajo la dirección de Alfonso Sánchez Hermosilla. Se trata de la representación de la herida correspondiente a la salida de la lanzada, por el cuarto espacio intercostal, junto a la columna vertebral y el omoplato derecho. En efecto, se ha contrastado la presencia de esa herida posmortal, tanto en la Síndone como en el Sudario.

Aprovechando su estancia en Sevilla, los responsables del Corpus Christi de Miami, Fabián y Paula Sánchez, se desplazaron hasta Córdoba el lunes 2 de marzo de 2020, para conocer la imagen del Santo Cristo de la Universidad, que les ha servido de referencia para encargar el nuevo a Miñarro. Fueron recibidos por el hermano mayor, Alberto Villar, y la vocal de Cámara, Mercedes Fernández, quienes les explicaron las características de nuestra Hermandad y su devoción por la Síndone, que pudieron también comprobar en el oratorio de la Sábana Santa. Llegada la hora del almuerzo, siguió la reunión en una cercana taberna, donde departieron acerca de las características sociales del barrio y parroquia del Corpus Christi y de la Hermandad del Cristo de Medinaceli y la Esperanza, mientras degustaban algunas de las especialidades cordobesas.

Damos gracias a Dios por la devoción creciente que observamos hacia el Santo Cristo de la Universidad en diferentes partes del mundo, capaces de generar encargos que tienen como segura referencia el modelo único de nuestro sagrado Titular. Que Él bendiga a todos los que se le acercan. Laus Deo.

VÍA CRUCIS DE LAS HERMANDADES 2020

El 29 de febrero de 2020, primer sábado de Cuaresma ha tenido lugar el vía crucis de las hermandades en la Santa Iglesia Catedral, La imagen escogida este año fue la de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, por cumplirse el 75 aniversario de la fundación de la Hermandad. La Hermandad Universitaria ha participado con la bandera de Peregrinación y tres varas, encabezando la representación el hermano mayor, Alberto Villar Movellán.

Se citaron los hermanos con las demás hermandades de penitencia y gloria en el Patio de los Naranjos de la catedral, a las 18:45. Cuando se aproximaba el Señor a la Puerta del Perdón, se formó el cortejo e inició su recorrido por las naves del primer templo. El Señor de la Sentencia iba sobre las andas de plata de Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Rambla. Presidió el piadoso acto el vicario general de la Diócesis, Ilmo. Sr. D. Antonio Prieto Lucena, e hizo la lectura de las estaciones el cofrade Fermín Pérez. Este año estuvieron presentes, en el presbiterio de la catedral, tres reliquias -un icono de Nuestra Señora, un pectoral y restos de un báculo episcopal-, procedentes de la destrucción de iglesias de Mosul (Irak), durante la ocupación del Estado Islámico (ISIS), entre 2014 y 2017.

Terminado el ejercicio, hubo un receso de varios minutos a causa de un imprevisto aguacero. Reunida la Junta de la Hermandad, decidió no volver en ese momento a San Nicolás ante la inclemencia del tiempo. Se deshizo entonces la vía de honor preparada para despedir al Señor, según costumbre, y todas las representaciones emprendieron el regreso a sus sedes.