VIAJE A LA EXPOSICIÓN LA SÁBANA SANTA. MÁLAGA
El sábado 21 de abril de 2012 partieron los hermanos para Málaga con objeto de visitar la exposición La Sábana Santa, abierta en el trascoro de la Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación. Se inició el viaje con las preces que dirigió el Hermano Mayor. Citado el grupo a las 12:30 para comenzar la visita, a la llegada cumplimentó el Hermano Mayor al comisario de la muestra, Álvaro Blanco Cruz, pasando a continuación los hermanos a recorrer las diferentes secciones. Las salas presentan de manera didáctica, por medio de fotografías, proyecciones, infografías y piezas diversas, la historia de la Síndone de Turín, desde las primeras noticias sobre ella en la Edad Media hasta los recientes experimentos de que ha sido objeto. Se contrasta la realidad figurativa del rostro de la Síndone con las representaciones artísticas del rostro de Cristo desde el siglo IV y su relación con el Mandylion de Edesa, de tan arraigada veneración en Bizancio. Así mismo, se destacan las coincidencias entre la Sábana Santa de Turín y el Santo Sudario de Oviedo, investigadas en los últimos años.
Especial mención merecen la interpretación del Santo Sepulcro y la sala forense, en la que pueden verse en las mesas de autopsia una reproducción de esqueleto con las lesiones que manifiesta la imagen de la Síndone y un cuerpo envuelto en un lienzo que refleja la colocación hipotética de la Sábana Santa, con las manchas de sangre y antes de recibir la imagen sindónica. En esta sala se explica igualmente la disposición del Santo Sudario en la cabeza del crucificado, utilizando para ello una escultura de medio cuerpo sacada de puntos sobre el modelo del Santo Cristo de la Universidad, a escala algo menor que el natural. En la última sala tiene especial valor la reproducción facsímil de la Síndone de Turín y la imagen policromada del Hombre de la Sábana Santa, realizada expresamente por Juan Manuel Miñarro para esta exposición, que representa rigurosamente, según la postura impresa en el lienzo, al yacente que fue envuelto en la Síndone. A la salida, el Hermano Mayor dejó testimonio de la favorable opinión de los hermanos firmando en el libro de visitas con el siguiente tenor: “La Hermandad Universitaria cordobesa, vinculada desde sus orígenes a la idea de la Síndone, felicita a los organizadores de la exposición por la gran calidad del texto y las imágenes. 21 de abril 2012, Fdo. Miguel Rodríguez-Pantoja”.
A continuación pasaron los hermanos a visitar la Santa Iglesia Catedral, cuya historia y principales contenidos artísticos fueron explicados por N. H. la profesora María Teresa Dabrio González, Titular de Historia del Arte. Tras la comida, se citaron los viajeros para ir a conocer las dos imágenes del Crucificado realizadas por Miñarro para las hermandades malagueñas, como precursoras que son de la del Santo Cristo de la Universidad. En primer lugar visitaron la iglesia parroquial de San Juan Bautista, donde pudieron admirar los Sagrados Titulares de la Archicofradía de los Dolores de San Juan, Nuestra Señora de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Redención. Este hermoso crucificado fue tallado por Juan Manuel Miñarro en 1987. La archicofradía había decidido su realización en 1984, al término del Año Jubilar de la Redención, declarado por Juan Pablo II en 1983 para conmemorar los 1950 años de la muerte de Cristo. Se da la circunstancia de que fue también en ese momento cuando el Beato Papa entregó la Cruz de los Jóvenes, que preside la Jornada Mundial de la Juventud y peregrina constantemente por el mundo. El bello Cristo de la Redención es una de las obras señeras de la imaginería andaluza del último tercio del siglo XX. Muy elegante de formas, representa a Cristo muerto, pero sin desplomarse, según la tradición formal del manierismo, tan querida a la más depurada escuela andaluza. Seguidamente contemplaron los hermanos las imágenes titulares de las Reales Cofradías Fusionadas, con sede también en esta parroquia.
A las 17:15 h. tomaron el autocar para dirigirse al Santuario de la Victoria. Desde allí, siguiendo el Vía Crucis de la calle de la Amargura, ascendieron a la ermita del Monte Calvario, sede de la Hermandad de este nombre. Tras pasar respetuosamente por los columbarios subieron los hermanos a la iglesia, donde el Vicehermano Mayor, Alberto Villar, explicó brevemente la historia de la Hermandad y de los Sagrados Titulares, el Santísimo Cristo Yacente de la Paz y Unidad en el Misterio de su Sagrada Mortaja y Nuestra Señora de Fe y Consuelo, Santa María del Monte Calvario y, muy especialmente, el Santo Cristo del Calvario y Vía Crucis. Este crucificado de Juan Manuel Miñarro, realizado en 2005, muestra los mismos signos de elegancia formal y respeto a la tradición de la imaginería andaluza de los siglos de oro, pero introduce los conocimientos de la Sindonología. Se trata de un Cristo vivo, crucificado por las muñecas y con el rostro inspirado por el del Hombre de la Sábana Santa, con el peculiar reguero de sangre en forma de épsilon coagulado en la frente. Representa las marcas de flagelación con flagrum y las excoriaciones escapulares, producidas por el patibulum. El titulus aparece en las tres lenguas, con la escritura de derecha a izquierda. Es un claro precedente del Santo Cristo universitario, el punto y aparte, en materia de crucificados, antes de la inflexión marcada por el Cristo de Córdoba, que supone, como es sabido, la culminación del realismo sindónico. Al pie del madero de la cruz se abre un pequeño relicario que contiene una piedra autenticada del Calvario de Jerusalén.
Finalmente, tras una breve visita al Santuario de Nuestra Señora de la Victoria, patrona de Málaga, los peregrinos tomaron de nuevo el autocar que les trajo de regreso a Córdoba, a donde llegaron felizmente siendo las 21:00 horas. Laus Deo.