TERMINACIÓN DEL NUEVO CALVARIO
Una vez pasada la Semana Santa se ha culminado el trabajo del nuevo calvario del paso del Santo Cristo de la Universidad. Se trata de un proyecto diseñado por N. H. Alberto Villar Movellán, a partir de los estudios realizados por el arquitecto Christos Katsimbinis y, con mayor profundidad, por el Padre agustino Florentino Díez Fernández, que practicó rigurosas excavaciones durante numerosas campañas en la basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén. Miembro relevante del Centro Español de Sindonología (CES), ha publicado un detallado estudio titulado El Calvario y la Cueva de Adán (Estella, 2004), que resume su actividad arqueológica y sus conclusiones respecto a los restos conservados de la cima del Gólgota.
El profesor Villar Movellán ha interpretado, basándose en los datos del P. Florentino Díez, la sección de la cima del Calvario capaz de poderse acomodar a la mesa del paso, con una altura aproximada de 0,65 m y orientación este-oeste, tal como se puede ver en el altar de la capilla del Calvario en la basílica del Santo Sepulcro. Al ser la roca original mucho más ancha que el paso, se requieren los correspondientes cortes en los costeros, que se han resuelto de modo naturalista, para salvar el valor estético de la pieza, siempre al servicio de la excepcional imagen tallada por el profesor Miñarro.
La ejecución de la obra ha sido dirigida por el escultor y escenógrafo Ricardo Hernández en Las Pajanosas (Sevilla). La infraestructura metálica ha corrido a cargo de Emilio Aparicio, que construyó los perfiles y retícula necesarios para sustentar la obra escultórica, modelada primero en cemento y vaciada luego en un compuesto mixto de resinas y fibra de vidrio. En la fase de policromía ha colaborado muy activamente, sobre todo en la obtención de texturas, el también escenógrafo y escultor Ricardo Macías, dando como resultado la obra que se presentó el Jueves de Pasión, 17 de marzo.
La última fase se ha culminado con la intervención del pintor mexicano de Guadalajara Fausto Esparza, el pasado 6 de abril de 2016. Ha dado a la policromía el tono definitivo de la roca caliza blanquecina de Jerusalén, con los matices grises, propios de la piedra expuesta a la intemperie y modificada, pues, por los agentes climáticos. No faltan las vetas rojizas, presentes en la roca original del Gólgota, configurando un conjunto serio y potente, digno marco para el imponente realismo del Santo Cristo de la Universidad.