Como se viene haciendo en los últimos años, Nuestra Señora de la Presentación queda en su altar de cultos durante los siete días siguientes a su fiesta de Regla. Cada día se conmemora uno de los siete dolores después de la Santa Misa. El último día del septenario coincide con la fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa, aniversario de la erección canónica de la Hermandad Universitaria.

Este día se reúnen los hermanos a las 17:30, hora de las apariciones de la Virgen de la Milagrosa a Santa Catalina Labouré. Se hace la exposición del Santísimo, se lee la monición de la Medalla Milagrosa, se recitan los versos eucarísticos de Santo Tomás de Aquino, entre ellos Pange lingua y O salutaris Hostia, se sigue con el Rosario de jaculatorias y la Letanía de la Hermandad Universitaria, para terminar con la Oración a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Finalmente, después de un tiempo de meditación ante el Santísimo, se cierra la liturgia con la bendición solemne y reserva. La celebración estuvo presidida por el Consiliario, D. Fernando Cruz-Conde, con N. H. Daniel Luque como acólito; hicieron las oraciones el hermano mayor y N. H: María Teresa Dabrio.