ADVENIAT REGNUM TUUM

Benedicto XVI con los Profesores Universitarios en El Escorial

Viene el monarca, viene el obispo de Roma, viene el Papa, viene Pedro, viene Cristo. Por eso Madrid se ha convertido estos días en un largo Domingo de Ramos, lleno de palmas, vítores, música, danza y alabanzas al Altísimo. Y desde el texto evangélico podemos decir con el Señor: “Os digo que, si éstos callan, gritarán las piedras” (Lc 19, 40). La Hermandad Universitaria da la bienvenida a Benedicto XVI y se une al grito de los jóvenes:”Bendito el que viene en nombre del Señor” (Mc 11, 9).

Desde su primer discurso en Barajas, el Papa denuncia la situación de los católicos en el momento actual y el remedio para la misma: “Se les acosa queriendo apartarlos de Él, privándolos de los signos de su presencia en la vida pública, y silenciando hasta su santo Nombre. Pero yo vuelvo a decir a los jóvenes, con todas las fuerzas de mi corazón: que nada ni nadie os quite la paz; no os avergoncéis del Señor”. Y, más adelante, nos indica el camino: “En este contexto, es urgente ayudar a los jóvenes discípulos de Jesús a permanecer firmes en la fe y a asumir la bella aventura de anunciarla y testimoniarla abiertamente con su propia vida. Un testimonio valiente y lleno de amor al hombre hermano, decidido y prudente a la vez, sin ocultar su propia identidad cristiana, en un clima de respetuosa convivencia con otras legitimas opciones y exigiendo al mismo tiempo el debido respeto a las propias”.

En la segunda jornada, el día 19 de agosto, en la Basílica del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, se produce por vez primera en las Jornadas Mundiales de la Juventud, el Encuentro con los Profesores Católicos de Universidad. Aquí explica el Santo Padre cómo la enseñanza no ha de agotarse en los contenidos, sino aspirar a la formación integral de la persona. Aquel “ayuntamiento de maestros e escolares”, que es la Universidad – una institución promovida por la Iglesia- en las Partidas de Alfonso X el Sabio, tenía como horizonte el conocimiento de la verdad. El relativismo contemporáneo ha tergiversado ese camino, pero es posible recuperarlo en el marco del humanismo cristiano.

De histórico puede calificarse el Via Crucis de los jóvenes con las estaciones marcadas por pasos y tronos de cofradías de penitencia de distintos puntos de España: “Vosotros, que sois muy sensibles a la idea de compartir la vida con los demás, no paséis de largo ante el sufrimiento humano, donde Dios os espera para que entreguéis lo mejor de vosotros mismos: vuestra capacidad de amar y de compadecer.” La cruz de Cristo se ofrece aquí como sacrificio y liberación, como signo de esperanza para las múltiples formas de esclavitud que afligen al mundo actual: la droga, la marginación, la persecución, la muerte provocada del no nacido, la pobreza, el hambre, la injusticia y tantas otras. “La cruz en su forma y significado representa ese amor del Padre y de Cristo a los hombres. En ella reconocemos el icono del amor supremo, en donde aprendemos a amar lo que Dios ama y como Él lo hace: esta es la Buena Noticia que devuelve la esperanza al mundo.” Al final de las estaciones, María Santísima de Regla Coronada, titular de la Hermandad de los Panaderos de Sevilla, suscita la reflexión de cierre en este camino del dolor: “Volvamos ahora nuestros ojos a la Virgen María, que en el Calvario nos fue entregada como Madre, y supliquémosle que nos sostenga con su amorosa protección en el camino de la vida, en particular cuando pasemos por la noche del dolor, para que alcancemos a mantenernos como Ella firmes al pie de la cruz.”

El día 20, al término de la Eucaristía con los seminaristas en la Catedral de la Almudena, el Papa anunció la próxima declaración canónica como Doctor de la Iglesia Universal de San Juan de Ávila, Apóstol de Andalucía, Patrón del Clero Secular Español, cuyos restos se veneran en Montilla. Ello supone un motivo especial de gozo para la diócesis de Córdoba y para la Hermandad Universitaria. Este gran predicador entrará de este modo, dentro de pocas fechas, en ese celestial Colegio de Doctores, que preside entre nosotros Santo Tomás de Aquino, con el sillón número 34. Damos las gracias más sentidas a nuestro Santo Padre .

Por la tarde, el Papa consoló con su presencia y palabra a los más necesitados, los discapacitados atendidos por los Hermanos de San Juan de Dios. En todos los corazones quedará grabada la impresionante alocución de un joven estudiante de arquitectura, que nació con numerosos problemas y privado para siempre del oído. Finalmente, a la noche, en la memorable Vigilia de Oración en Cuatro Vientos, el Papa escuchó las preguntas de cinco jóvenes, que le plantearon, en esencia, los miedos, inquietudes y sacrificios que supone ser cristiano en este mundo que nos ha tocado vivir. La tormenta que estalló cuando el diácono daba lectura al Evangelio de San Juan obligó al recorte de la homilía, pero en ella se contenían palabras premonitorias del valor de los jóvenes, que permanecieron firmes en su sitio y en su fe, a pesar de las inclemencias, vitoreando al Papa, que tampoco quiso marcharse del lugar: “Queridos amigos, que ninguna adversidad os paralice. No tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda la tierra.”

El contenido de los importantes discursos de Benedicto XVI en Barajas, a los Jóvenes en Cibeles, a los Profesores Universitarios en El Escorial, en el Via Crucis en Cibeles, así como las preguntas de los jóvenes y la Homilía completa del Papa en la Vigilia de Cuatro Vientos, se puede ver en la sección de Textos de esta página. Laus Deo.

hermandad

Hermandad del Santo Cristo de la Universidad, Nuestra Señora de la Presentación y Santo Tomás de Aquino, fundada en 1989 en la ciudad y diócesis de Córdoba, España. Reside actualmente en la iglesia del Juramento de San Rafael. Hace estación a la Catedral el Martes Santo.

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