PEREGRINACIÓN A LERMA Y LA AGUILERA
Al igual que en los últimos años la Hermandad Universitaria ha organizado la peregrinación que cierra el curso para visitar la exposición anual de la Fundación las Edades del Hombre, cuyo Patronato forman las Diócesis de Castilla y León. La exposición de este año está dedicada a los Ángeles, bajo el nombre latino Angeli, y es la vigesimocuarta de la serie mayor de exposiciones de la Fundación. La peregrinación ha tenido lugar los días 9, 10 y 11 de julio de 2019.
Partieron los hermanos a las 7:40 del martes 9 de julio, con un ligero retraso sobre lo previsto, a causa del acumulado por el AVE que traía a las dos peregrinas de Sevilla. Dirigió las preces el Hermano Mayor, Alberto Villar Movellán, y viajaron sin novedad hasta la primera escala, para desayunar, en Santa Cruz de Mudela. Poco antes de llegar a Madrid, un desgraciado accidente retuvo la circulación un buen rato, lo que provocó un considerable retraso en la llegada a Lerma, que tuvo lugar a las 16:00 h. La amabilidad del personal del Hotel Villa de Lerma, donde los peregrinos tenían el alojamiento, hizo posible la comida sin inconveniente alguno, a pesar de la hora tardía.
Una vez instalados, se citaron los hermanos a las 18:00 para hacer un desplazamiento a la cercana población de Quintanilla del Agua, donde tiene su asentamiento la conocida instalación del escultor Félix Yáñez “Territorio Artlanza”, precisamente porque está a orillas del Arlanza. Se trata de un enorme decorado, realizado con materiales de acarreo, en el que se reproducen las partes fundamentales de una aldea de acuerdo a los códigos de la arquitectura vernácula. Alternando con las fachadas se pueden ver algunos rincones construidos, que dan cobijo a la escuela, la taberna o la mercería. No faltan las plazas, incluidos dos corrales de comedias, ni en puente, ni la ermita, donde se venera la imagen bendecida de Nuestra Señora de Arlanza, obra del propio escultor. Al terminar la visita volvieron los hermanos a Lerma, donde tenían prevista la cena en el Parador Duque de Lerma, instalado en lo que fuera palacio del valido de Felipe III, D. Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, primer duque de ese título.
El miércoles día 10, una vez desayunados a las 9:00 y tras algunas compras en el mercado ambulante de la Plaza Ducal, salieron los peregrinos a las 11:00 h. para Covarrubias, a donde llegaron minutos antes del mediodía para visitar la Colegiata de San Cosme y San Damián, junto con el interesante museo parroquial anejo a la misma. La iglesia actual se construyó en estilo gótico en el último cuarto del siglo XV y contiene los sepulcros de importantes personajes, como el primer conde de Castilla, Fernán González, su hija, la reina Urraca de León, o la infanta Cristina de Noruega, que vino prometida con Alfonso X y acabó casada con su hermano Felipe. Preside un retablo barroco del siglo XVIII. Mantiene todavía el antiguo coro con el magnífico órgano realizado por el riojano Diego de Orio en 1700.
En el museo, recientemente acondicionado, se muestran obras destacables, como el hermoso tríptico de la Adoración de los Reyes Magos, de fines del XV, varias tablas flamencas y piezas singulares de orfebrería y ornamentos sagrados. Seguidamente los peregrinos pasearon por las calles de la bella población, deteniéndose junto a la torre de Fernán González, la casa de Doña Sancha y el antiguo Archivo del Adelantamiento de Castilla.
A las 14:10 se encontraban de nuevo en Lerma para asistir a una grata comida en la Posada de Eufrasio. Por ser el día de Santa Amalia, el ágape terminó con una ronda de cava de la tierra, ofrecida por N. H. Amalia Lucena. Tras un breve descanso en el hotel, continuó la visita a Lerma, dirigida por la guía oficial Pilar Sanz Arranz, que explicó el palacio ducal, la plaza del Mercado y las diferentes iglesias, tres de ellas sedes actualmente de la exposición Angeli de Las Edades del Hombre. Entraron los hermanos en la iglesia de San Blas, del convento de Dominicas de Lerma, construida, como el palacio ducal, con planos del arquitecto real Francisco de Mora y, en este caso, bajo dirección técnica de Fray Alberto de la Madre de Dios; fue la comunidad protegida por el Duque, cuyo palacio se unía a la iglesia por un pasadizo, hoy desaparecido. Destacan en el crucero las imágenes del Crucificado y la Virgen del Rosario, del círculo de Gregorio Fernández.
El último día, jueves 11, estaban citados los peregrinos a las 10:00 h. para visitar la exposición Angeli. Se hace en ella un recorrido por la representación angélica en relación con la creación del universo y luego con su aparición a lo largo de distintos episodios bíblicos, desde el Génesis al Libro de Tobías, pasando por Patriarcas y Profetas; lo mismo su relación con la vida de Cristo, desde la infancia hasta después de la muerte. De las 307 obras expuestas merecen destacarse algunas tablas hispanoflamencas y, sobre todo, las grandes esculturas de Gregorio Fernández, Alonso de Sedano y Luis Salvador Carmona. Miguel, Gabriel y Rafael, como no podía ser de otro modo, presiden el corazón de esta exposición, que se inicia con un audiovisual en la ermita de la Piedad y divide la parte expositiva entre la Colegial de San Pedro y la iglesia conventual de la Ascensión, antes de las Clarisas, hoy del Instituto Iesu Communio.
Al salir se detuvieron los peregrinos en el locutorio de las hermanas para adquirir dulces que habían encargado el día anterior. A las 12:00 h. tomaron el minibús para dirigirse a la casa central del Instituto Iesu Communio en La Aguilera, situado en el que fuera convento franciscano y santuario de San Pedro Regalado, Patrón de La Aguilera y de Valladolid. A las 12:45 h. fueron atendidos en el despacho locutorio por una de las hermanas, que en nombre del Instituto recibió con alegría el cuadro con el Santo Cristo de la Universidad, que la Hermandad dejaba en esta Comunidad como recuerdo de su peregrinación, prometiendo que rezarían por la Hermandad.
Finalmente los hermanos pasaron al Santuario de San Pedro Regalado, donde, ante el sepulcro del Santo, hicieron preces en agradecimiento por el don de la peregrinación y para obtener la indulgencia plenaria que el Papa Pablo VI concedió a quienes visitaran este santo lugar. Rezado el credo en la capilla de la Gloria, donde se encuentra el cenotafio de San Pedro Regalado, abandonaron la clausura, se despidieron por telefonía de las hermanas de Iesu Communio, y se desplazaron a la cercana Aranda de Duero, donde estaba prevista la parada para la comida. Concluida ésta a las 14:30 h, emprendieron el viaje de regreso a Córdoba, a la que llegaron felizmente a las 21:30 h. del mismo jueves 11 de julio. Laus Deo.