PEREGRINACIÓN A ÁVILA Y ALBA DE TORMES
Para celebrar el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia Universal, la Hermandad Universitaria ha programado, una vez concluido el curso, una peregrinación a los lugares teresianos, aprovechando para visitar la exposición que este año le dedica a la santa reformadora del Carmelo la Fundación Las Edades del Hombre. La exposición, titulada Teresa de Jesús, Maestra de Oración, tiene cuatro sedes, tres en Ávila y una en Alba de Tormes, y se ha realizado bajo el comisariado del P. Juan Dobado Fernández, prior del convento del Santo Ángel de Sevilla, doctor en Historia del Arte y antiguo alumno y colaborador del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Córdoba.
La relación de Santa Teresa con el reformador de los franciscanos, San Pedro de Alcántara, confesor de la santa y mentor de nuestra Hermandad Universitaria, reformada bajo su espíritu, animó a unirlos también en esta experiencia peregrina. La Hermandad había peregrinado ya en 2002 a los lugares de San Pedro de Alcántara y en esta ocasión hizo estación también ante su sepulcro, en Arenas de San Pedro, una promesa que tenía pendiente desde hacía años.
Salieron los hermanos a las 7:30 h. del día 10 de julio de 2015, con dirección a Arenas de San Pedro (Ávila). El hermano mayor dirigió las preces al emprender el viaje. Durante el trayecto se hicieron las presentaciones de los peregrinos de Sevilla y Córdoba que habían querido unirse a la Hermandad para venerar a estos grandes santos. El vicehermano mayor explicó a grandes rasgos los hitos fundamentales de la pequeña historia de la Hermandad.
Llegados al destino a las 14:30, les esperaba Juan José Limón Luque, director de la ADT Medinalogo y encargado de la intendencia del viaje. A continuación se alojaron en el hotel, donde coincidieron providencialmente con S. Emª. Rvdmª. el cardenal Antonio María Rouco Varela, a quienes cumplimentaron los peregrinos. Tras el almuerzo, a las 17:00, los llevó el autocar a las afueras de Arenas, donde se encuentra el santuario de San Pedro de Alcántara. Los recibió el franciscano fray Marcos, quien ejerció de guía en un amenísimo recorrido por la exposición dedicada a San Pedro de Alcántara y Santa Teresa de Jesús y les explicó el resto de las dependencias visitables, hasta culminar en la Capilla Real, en cuyo altar mayor se venera la urna con los restos del gran santo, asceta y místico. Allí los hermanos se recogieron en unos minutos de silencio.
A las 18:15 se dirigieron a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, donde fueron recibidos por el R. P. D. Cruz Herráez Díaz, Párroco y Arcipreste de Arenas de San Pedro, quien les explicó las características e historia del templo, destacando las obras singulares, entre ellas la imagen medieval de Nuestra Señora del Pilar y el excelente órgano.
Terminaron las visitas de este día con la subida al Palacio de la Mosquera o del Infante Don Luis de Borbón. El hermano de Carlos III, casado morganáticamente con Dª Teresa de Vallabriga, hubo de abandonar la Corte y se refugió primeramente en Boadilla del Monte y después en Arenas de San Pedro, lugar en que mandó construir este palacio, que quedó inconcluso a la muerte del Infante en 1785. En esta pequeña corte trabajaron a su servicio el pintor Francisco de Goya y el músico Luigi Boccherini. Muy deteriorado por los diferentes avatares posteriores, el palacio se ha restaurado recientemente por el Ayuntamiento de Arenas para espacio de exposiciones y usos culturales. El vicehermano mayor dio noticias acerca de su construcción y de la austeridad de sus formas, debidas al diseño de Ventura Rodríguez.
Al segundo día continuó el viaje hacia Ávila, a las 8:30 h. A las 10:15 visitaron los peregrinos la Basílica de San Vicente, en la que el vicehermano mayor les explicó las características de este imponente edificio románico y sus restauraciones. Se detuvieron ante el bello cenotafio de los mártires Vicente, Sabina y Cristeta y bajaron a la cripta para venerar a Nuestra Señora de la Soterraña, patrona de Ávila.
Se dirigieron después al convento de agustinas de Nuestra Señora de Gracia, donde Teresa de Jesús descubrió su vocación, en el que empieza el recorrido de la exposición de Las Edades del Hombre. La visita guiada continuó por las otras sedes, la capilla de Mosén Rubí de Bracamonte y la iglesia parroquial de San Juan Bautista, en cuya pila recibió las aguas bautismales Teresa de Cepeda. Concluidas las visitas hacia las 14:00, hubo almuerzo en el restaurante Tres Siglos y luego, desde el Centro de Recepción de Visitantes, se continuó la peregrinación camino de Alba de Tormes.
Antes de dejar Ávila, a las 16:30, pararon los hermanos en el humilladero de los Cuatro Postes, para admirar la ciudad y recordar el lugar donde Teresa y su hermano Rodrigo fueron detenidos por su tío cuando escapaban a tierra de moros para recibir martirio. A las 17:30 llegó la expedición a Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), donde la técnico municipal de turismo María Martín les esperaba para explicarles el Monasterio de la Encarnación de Madres Carmelitas Descalzas. Esta iglesia carmelitana guarda piezas excelentes de Luca Giordano, Andrea Vaccaro, José García Hidalgo y otros importantes artistas, gracias a la munificencia de quien fuera su promotor, D. Gaspar de Bracamonte y Guzmán, Virrey de Nápoles. Siguió la visita por las calles de Peñaranda para conocer el Teatro Calderón, recorriendo luego las tres plazas, hasta terminar en la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, tras lo cual vino un breve refrigerio. Al filo de las 21:00 llegaron a Alba de Tormes, donde los peregrinos quedaron alojados.
El tercer día, domingo 12 de julio, comenzó la jornada a las 9:00 h, dirigiéndose los hermanos en primer lugar a la iglesia del Monasterio de la Encarnación de Madres Carmelitas, en cuyo retablo mayor se venera el sepulcro de Santa Teresa de Jesús. Tras un breve momento de oración, el vicehermano mayor explicó la historia y elementos artísticos de la iglesia, realizada a partir de 1571 y ampliada con la Obra Real entre 1670 y 1680. A continuación visitaron la cercana iglesia de los Padres Carmelitas, primera de las dedicadas en el mundo a San Juan de la Cruz.
A las 10:15 se dirigieron a la Basílica de Santa Teresa, el enorme edificio comenzado por Enrique María Repullés en 1898, parado en 1914 y continuado en 2007 con un proyecto radicalmente distinto de Ricardo Pérez Rodríguez-Navas. Allí esperaba a los hermanos José Luis Saiz Martín, el guía de la peregrinación a Oviedo, encargado ahora de explicarles la última de las sedes de la exposición EDH, que lleva por título Teresa de Jesús. Hija de la Iglesia.
A continuación visitaron los peregrinos el Museo Carmelitano Teresa de Jesús, Carmus. En el camarín veneraron las reliquias de la Santa, el brazo y el corazón y contemplaron de cerca la urna sepulcral. Terminada la visita guiada en la celda donde entregó su espíritu la Santa Doctora, asistieron los hermanos, a las 13:00 h, a la Misa del Peregrino, ante el sepulcro de Santa Teresa. Fue presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Cecilio Raúl Berzosa Martínez, Obispo de Ciudad Rodrigo, con motivo de celebrarse el Día del Misionero. Concluida la Eucaristía, visitaron la iglesia de San Juan, en la que se exponen esculturas religiosas de Venancio Blanco, y, tras las habituales compras, marcharon a comer, a las 14:00 h.
Según lo previsto, a las 16:00 partió la expedición para Pedroso de Acim (Cáceres), llegando a las 17:45 al convento del Palancar, a las afueras de dicha villa. Fue nuestro guía fray Antonio López, OFM. En el actual convento de la Purísima Concepción se conserva la vieja fundación de San Pedro de Alcántara conocida por El Conventito, donde el santo distribuyó claustro, capilla, cocina, sala capitular y celdas en 72 m2. La celda del fundador es la muestra más excelsa del rigor y la austeridad que caracterizaron al santo asceta. En la sala de recibo del claustro del XVIII pudieron admirar los hermanos el cuadro de Nuestra Señora de la Presentación, que fue regalado por la Hermandad Universitaria al convento en su primera peregrinación de 2002.
Terminada la visita continuó la expedición viaje a Córdoba, a la que llegó puntualmente, según lo programado, a las 0:30 h. del día 13 de julio. El hermano mayor cerró el viaje con las preces de acción de gracias. Un recuerdo especial tiene la Hermandad en esta ocasión para nuestro conductor, Miguel, cofrade de Aguilar de la Frontera, que desde el primer momento compartió como uno más las actividades del grupo de peregrinos. Laus Deo.