FALLECIMIENTO DE DON BARTOLOMÉ
Ha pasado a la Casa del Padre, el 28 de octubre de 2019, D. Bartolomé Menor Borrego, Consiliario que fue de esta Hermandad Universitaria. Nacido en Villa del Río en 1928, fue ordenado sacerdote en 1953 y destinado sucesivamente a las parroquias de San Bartolomé de Montoro, donde ejerció una intensa labor social en los Huertos Familiares de San Fernando, y de la Asunción de Pedro Abad, población que le hizo hijo adoptivo y donde ha pedido que descansen sus restos. Trasladado después a Córdoba, fue ecónomo de San José y Espíritu Santo, profesor del colegio de Mercedarias, consiliario de Mujeres de Acción Católica y delegado de Apostolado Seglar.
Finalmente llegó como párroco al Sagrario de la Santa Iglesia Catedral, donde ha trabajado durante treinta años, hasta su jubilación. Tenía adscrita como ayuda de parroquia la iglesia de San Pedro de Alcántara, que él defendió denodadamente con esa función, para dar servicio a las numerosas personas de edad que tenían dificultades físicas para llegar a la iglesia del Sagrario, y por ser la sede de la Hermandad del Rocío y de la Hermandad Universitaria.
En 2000, a raíz de la profunda crisis de la Hermandad, D. Bartolomé acogió paternalmente la idea de que se mantuviera la renaciente actividad en San Pedro de Alcántara, como asociación parroquial, bajo su dirección espiritual. Cuando la Hermandad del Rocío abandonó, por traslado a la suya, la casa parroquial de la calle Samuel de los Santos Gener, 5, D. Bartolomé accedió a que dicha casa fuese la sede de la Hermandad Universitaria, que disfrutó de ella desde 2007 hasta 2012, en que fue removida por el siguiente párroco del Sagrario.
En 2008 aceptó resignadamente el cargo de canónigo honorario, sobrellevando calladamente el hecho de que no hubiera plaza en el Cabildo para quien fuera por tres décadas responsable de la parroquia de la Catedral. El Obispo y Capítulo lo han despedido con un solemne funeral, celebrado el 29 de octubre en el altar mayor de la Santa Iglesia Catedral. En el elogio fúnebre, el obispo D. Demetrio Fernández González ha destacado su finura espiritual, su amor por las artes y por la poesía y su respeto escrupuloso por la normativa eclesiástica, signo de fidelidad. Contó cómo a dos días de su muerte le llamó para pedirle que le dispensara de su obligación de rezar las horas canónicas, porque le faltaban ya las fuerzas para ello.
Nuestra Hermandad no olvidará nunca su desinteresado servicio, el ánimo que nos transmitía y su dirección espiritual. Estuvo presente en todas las celebraciones importantes de la Hermandad, especialmente en las de bendición del Santo Cristo de la Universidad y del XX aniversario fundacional. Ya emérito, la última ocasión en que concelebró para esta Hermandad la Santa Misa fue en el pontifical presidido por Monseñor Asenjo Pelegrina, arzobispo de Sevilla, con ocasión del XXV aniversario fundacional, en 2014. Que el Señor le premie todo el bien que ha hecho. D. E. P.